miércoles, 8 de abril de 2009

Esa pequeña cosquilla

Amén de misántropo (o a causa de serlo), siempre me he considerado bastante negativo sobre el futuro de la Humanidad. Quizá sea que no he aprendido a mirar el lado brillante de la vida que cantaban los Monthy Python, pero es como al que le cuentan un chiste sin gracia e intenta reírse por compromiso forzando las mejillas para levantar una sonrisa que, inevitablemente, se convierte en mueca.
Es una sensación que se acrecienta en las fechas señaladas (señaladas por el calendario gregoriano o por El Corte Inglés, según se vea), como estos días de Semana Santa, en los que uno no puede dejar de maravillarse por los movimientos migratorios y aborregados de los pobres trabajadores, atrapados en la no-vida de la jornada completa. Como salidos de una película de Romero, pálidos debido al encierro en jaulas de neón, los sentidos embotados por ver la vida en 2D a través de monitores de ordenador, el sentido del humor atrofiado por los Power Point y el olfato masacrado por el tóner de la impresora, y sobre todo con esa mirada entre alegre y triste del que se sabe en libertad condicional... allá van los españoles de Playa y Procesión.
Lo de la playa es algo que siempre me ha fascinado. Cada vez que la veo rebosante de seres humanos recuerdo que la costa es el límite natural para los animales terrestres, así que disfruto pensando en que han llegado hasta allí intentando escapar, pero el mar es un obstáculo demasiado grande para ellos. Y allí se quedan, como el preso asomado a las rejas, pero eso sí, cogiendo bronceado. Y recuerdo a Forrest Gump cuando decidió salir a correr un rato, que cuando llegó al mar... pues dio la vuelta y siguió corriendo. Y también como decía Forrest Gump, eso es todo lo que tengo que decir sobre eso.
Las procesiones son otra historia. Es cuando menos paradójico que a uno le llamen inmaduro por leer cómics y al mismo tiempo que un país entero se vuelque ante el paso de maniquíes (ya puestos a ser reduccionistas no son esculturas, así que no sé cómo definirlos) que representan los símbolos de la religión mayoritaria que cuenta la historia de un tio que, entre otras cosas, caminaba sobre las aguas, curaba ciegos, volaba y resucitaba muertos (ríete tú de un kryptoniano). Y que, en el colmo del cinismo, se deja hostiar, torturar y dar muerte sólo para echárnoslo en cara por toda la eternidad. A eso yo lo llamo una persona rencorosa.
Uno de los primeros lamas que visitó Occidente, se quedó horrorizado al ver que se utilizaba como símbolo la imagen de un hombre crucificado y lleno de sangre. Y más se hubiera quedado si le hubiesen hablado de la Culpa, el Pecado, la Penitencia... el pan nuestro de cada día de la liturgia, vamos. El mismo símbolo ante el que han jurado sus cargos nuestros nuevos ministros (¿pero no estábamos en un Estado laico?); si alguna vez fuera ministro (esas risas...) yo pediría jurar el cargo frente a una foto de Stallone al final de Rocky, después de que le reventaran el párpado con una moneda para que pudiera ver, que total está igual de hostiado pero me cae mejor. Por cierto, tomas de posesión a las que han asistido el Rey (que pasaba por allí), la Reina (sin ella no podrían haber procreado herederos, así que la invitan también), el susodicho crucifijo y... Florentino Pérez (sí, sí, el empresario), que ha asistido ni más ni menos que a tres tomas de posesión (cuántos intereses no habrá de por medio), y con el que posaron, sonrientes, todos nuestros políticos de izquierdas.
Ante este panorama patrio no es de extrañar que haya vuelto a mi nuca esa pequeña cosquilla que suele significar o bien que va a cambiar el tiempo, o que las cosas van a ir, como de costumbre, a peor. Yo por si acaso voy sacando la ropa de verano.

P.D.: Sí que hay una solución para pasar la penitencia de estos días de "recogimiento" (cómo odio esa palabra): el humor, el único arma que nos queda a los enemigos de la solemnidad y la gilipollez humana. Así que, para intentar resarcir a los pobres romanos que, maniqueamente, son destrozados por la ignorancia en estas fiestas, les dedico estos videos. Va por vosotros, chicos:



2 comentarios:

  1. Echaba de menos tus reflexiones...

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  2. ¿Si algo puede salir mal, saldrá? Me niego a creerlo, aunque tenga razones... A pesar de todo, necesito seguir buscando el lado brillante de la vida...
    Un besote.

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