domingo, 19 de julio de 2009

¡Es cultura general, cabrones!

Mira que a la vuelta de vacaciones no quiero ponerme ya avinagrado, pero no puedo evitar indignarme con esa cosa en forma de anuncio que me encuentro de vez en cuando zapeando. Supongo que es algo natural ver cómo conforme avanza la edad dejas de ser el target principal de las cosas que suceden a tu alrededor, y de repente llega un día en el que un mocoso te suelta una frase de la que no entiendes ni la mitad, y te dice que no estás en la onda o como coño quieran llamarlo ahora. A ti, que hace nada lo pasabas dabuten con la basca. E inevitablemente te sientes un carroza pensando qué porquería de dibujos ven hoy los críos, o cuánto mejor nos educaron nuestros padres, o escandalizándote porque alguien que no levanta dos palmos del suelo sepa casi más de sexo que tú.
Hay un momento amargo y extremadamente lúcido en los Simpson en el que Lisa y el abuelo están en la cocina quejándose una de que es una niña y nadie le hace caso, y el otro de que es un anciano y nadie le hace caso tampoco. Homer, escuchándolos, se autoproclama varón de raza blanca de entre 20 y 45 años... todo el mundo me hace caso por estúpidas que puedan ser mis ideas, a la vez que abre el armario y saca una lata que reza: Chicle y nueces, ¡por fin juntos!.
Todo esto viene a colación por la vil, burda y enervante campaña de ciertos zumos con antioxidantes (¡antioxidantes a mí!) que utiliza referencias al pasado para hacer que te sientas mal y te duela todo. Sin ánimo de darles publicidad, aquí tenéis unos ejemplos:




















Pues bien señores del zumo, si quieren que me sienta más gordo, más calvo y más cabreado, lo han conseguido. Así que amablemente y con toda la bilis que puede segregar mi aún jovial organismo, os dedico la siguiente historieta del Maki. ¿Que quién es el Maki?. Si no lo conocéis, imberbes capullos recién salidos de la facultad que habéis parido estos anuncios, es que aún os queda algún hervor que otro. Cagontó!